La luz de las hadas es aquella que se posa serena en los corazones limpios e ilumina las miradas nobles con destellos de ilusión. Cuando aparecen las hadas es momento de ampliar nuestras perspectivas y de liberarnos de planteamientos obsoletos.
La magia de su luz nos empuja a renovarnos interiormente, a cuestionar ciertos hábitos rutinarios, los cuales ellas nos invitan a transformar con sus chispas luminosas, y también a sentirnos revolotear en nuestro interior, cuestionando ciertos preceptos para así poder acceder, tras haber asimilado la lección, a un grado más alto de sabiduría, comprensión, flexibilidad, humanidad y fortaleza.
Las hadas nos muestran con su luz que el cambio es la esencia de la vida y que, a veces, se presenta de forma un tanto misteriosa o inesperada.
La luz de un hada enternece el ser y brilla con tanta intensidad, que llega al fondo del alma, como aquella luz cuyos rayos se filtran hasta lo más profundo del mar para alimentar la existencia hasta en los más escondidos confines. Aquellos que nadie conoce.
Es aquella luz que tiene el poder de reavivarse en cada estrella ante la amenaza de la oscuridad de la noche, es aquella que tiene el don de poder fundirse con la luna para poder encender incluso hasta los corazones más tristes y de acercarnos a los sueños y a la felicidad, aquella que yo os deseo desde mi humilde Zona Iluminada.
Más sobre Hadas en este Enlace.
Más sobre Hadas en este Enlace.