domingo, 29 de agosto de 2010

El encuentro interior del Hada


Me olvidé de mí misma y de mi vínculo con la naturaleza
en un mal sueño
por los susurros de los brujos y la palabrería de las hechiceras
hasta que una estrella fue salpicada por mis lágrimas
y me recordó el amor que nos une
a todos aquellos elementales
con la Madre Naturaleza.

El universo desprende rayos de luz,
coronados de felicidad eterna,
proyectados desde el infinito
hacia la esencia
de todo cuanto vive
en el latido de cada corazón.

La magia nunca nos abandona,
aunque perdamos la fe y la dirección,
perdidos en el camino de la tristeza.

Palabras auténticas brotan desde dentro
en el proceso de escucha interna
hacia un nuevo inicio.

Un comienzo desde el autoconocimiento
que nos brinda la lectura del ser
a partir del sentimiento
del encuentro interior.

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martes, 24 de agosto de 2010

Cuento del brujo malvado y de las gotas del hada


Érase una vez una bruja buena que estaba preparando en su caldero una poción mágica que le había encargado un hada. Se trataba de una receta mágica, que una vez preparada, sería repartida por el hada desde el cielo en múltiples gotas para que cayeran sobre una región lejana con el propósito de que en aquel lugar no se derramaran lágrimas. De esta manera, el hada y la bruja buena cooperaban para expandir la alegría y que las sonrisas aparecieran de forma natural en los rostros de los habitantes de aquellos confines.

Así que una vez preparada aquella pócima, la bruja se la entregó al hada para que llevara a cabo su misión altruista y bondadosa. El hada repartió aquel líquido esparciéndolo en el cielo y las personas que lo recibieron abrazaron la felicidad y la armonía. El viento y la brisa ayudaron al hada para que cada una de las gotas no se malgastara y llegaran todas a su destino con suavidad.

Sin embargo, un brujo, que provenía del reino de la oscuridad, urdió un plan para activar el miedo en los corazones de aquellos habitantes, que ahora estaban radiantes gracias a la acción milagrosa de la receta mágica.


Nadie lo sabía, pero en aquellos momentos aquel malvado brujo estaba trabajando en una vibración maléfica para maldecir a los aldeanos y provocarles un estado de tristeza. El brujo sabía que el sonido incide en las emociones y él iba a crear una vibración de tal potencia que, en cuanto resonara, su enorme poder de expansión manifestara la preocupación en las caras de quienes la oyeran y acabaran transtornados.

-Ja, ja –reía el brujo-Soy un genio. Nada me vencerá. Quienes escuchen mi vibración, caerán rendidos a mis pies pues se sentirán hundidos y perdidos y, de este modo, no osarán contradecirme. Siempre me obedecerán.

Al amanecer, el brujo pronunció un sortilegio según el cual aquellos que despertaran por el fuerte estrépito y molesto ruido que iba a producir aquella vibración, quedarían para siempre encantados, espantados y atrapados eternamente en las órdenes del brujo.

La vibración sonó. La felicidad de los habitantes iba a desquebrajarse y desaparecer.

Lo que el brujo no pudo prever es que había tal cantidad de amor y de cariño en aquellas gotas que el hada había distribuido desde el firmamento, empujada por la candidez de su corazón y su honesta voluntad de ayudar, que ese mismo amor estaba esperando a la poderosa vibración del brujo. Fue el amor de cada una de las gotas repartidas en los corazones de los habitantes lo que transmutó cada onda expansiva de la vibración del brujo en puro amor incondicional. El amor fue más fuerte que el mal. Así que si hubo rastro de tristeza en los efectos expansivos de ese sonido, simplemente se disolvió y se abrió la puerta al amor.

Ese amor también tocó el corazón del brujo con tal ímpetu que él se arrepintió y quiso llorar. Pero no pudo pues los efectos de la poción del caldero de la bruja, también le afectaron a él y, por vez primera, sonrió. El brujo fue perdonado y desde entonces él creó vibraciones llenas de luz.

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sábado, 21 de agosto de 2010

La magia de la vida y de las hadas (parte 3)


Abrirse a la magia de la vida es asentarse en lo sencillo, en lo auténtico y saber reconocer lo sublime y lo bello en lo cotidiano que nos rodea. La magia de la vida nos invita a adentrarnos en el momento presente, a detenernos en él y a centrarnos en lo que estamos haciendo.

Cuando vivimos en el ahora, nos dejamos llevar por el cauce de la vida y sabemos mantener la serenidad, la fe en nosotros mismos, la flexibilidad y la aceptación necesarias cuando las cosas no salen como hemos planeado.

La magia del momento presente nos invita a tomarnos la vida sin tantas prisas ni exigencias, a aceptarla como un juego, como una aventura a nuestro favor más que como una competición para demostrar ser el más fuerte. A veces conviene saber retirarse a tiempo y otras es necesario saber jugar nuestras cartas y defender con firmeza aquello en lo que creemos. Si hallamos el punto de equilibrio en cada situación y poseemos un criterio de justicia, paciencia y madurez, construiremos los pilares de una decisión sabia.

Esa misma magia es la que nos empareja con el positivismo, con el optimismo y con la dulzura del preciado y valioso momento presente, aquél que puede presentarnos un emocionante reto o un instante de tranquilidad y aquél con el que fluiremos con intensidad, con seguridad, estando plenamente sumergidos en él pues no retornará. Una excelente opción es vivir sin rencor, soltando el lastre del sufrimiento, habiendo perdonado y sintiéndonos libres por ello. Sin embargo, el perdón resulta más fácil cuando ha pasado un período de tiempo en el que somos capaces de encontrar la objetividad y la perspectiva necesarias para integrar la nueva lección que nos regala aquella experiencia que nos causó dolor.

El estado natural de la transitoriedad de las cosas nos enseña a recrear y potenciar lo positivo, si nos sentimos bien y si nos sentimos mal, analizar las causas de nuestro malestar interior para encontrar alternativas y adaptarse a las nuevas circunstancias o bien plantearse un cambio, si las circunstancias resultan insostenibles. Tratar de controlar y de poseerlo todo nos abrirá las puertas del sufrimiento.

La magia de la vida nos conduce a la paz interna, aquella en la que dejamos de criticar y de generar conflictos y provocar la solución incluso desde una visión en la que sabemos ver la paradoja como algo que puede llegar a complementarnos. En este sentido, la magia y la sabiduría de la vida nos confiere una mayor comprensión de las cosas desde una postura claramente más humana.

La magia de las hadas nos ancla en nuestros sueños pero vividos desde el ahora pues el mejor sueño es el momento presente y por eso no debemos sentirnos esclavos de la proyección hacia el futuro y la dependencia de los resultados en que pudieran encasillarnos y limitarnos nuestras expectativas y deseos. Así pues, podemos empezar a ser felices desde el día de hoy y no condicionar nuestra felicidad meramente a lo externo.


Un consejo que nos dan las hadas es que podemos celebrar la vida que borbotea en nuestro interior y valorar las agradables y placenteras sensaciones que nos transmiten cosas tan simples como la calidez de la mañana, la frescura de la brisa, el relajante sonido del vaivén de las olas o el resplandor de la luna en la noche.

Podemos exteriorizar nuestro potencial, brillar con nuestra propia luz y experimentar la plenitud. Sólo es necesario abrirse a la vida con sinceridad y creyendo más que nunca en nosotros mismos y sobre todo, ser humildes pues es importante saber reconocer los propios errores y no mostrarse vanidoso o egoísta ante el éxito personal o profesional pues el mayor éxito es saber ser cada día mejor persona y nutrir con amor nuestro interior y nuestro entorno.

Extracto de mi página web:

sábado, 14 de agosto de 2010

Agradecimiento a Lidia M. Domes


Quiero agradecer a Lidia M. Domes cuyos blogs son: Cambios internos y Ahora te veo el detalle que ha tenido de difundir dos de mis artículos sobre las hadas de mi página web www.mjesusverdu.com a través de su página personal:


Conexiones con la luz


Aquí os dejo los enlaces por si deseáis consultarlos:


http://www.conexionesconlaluz.com/conexiones/acercadelashadas.html


http://www.conexionesconlaluz.com/conexiones/hadasyrenacimientointerior.html


¡Muchas gracias, Lidia! Sé que las hadas ahora estarán sonriendo…


jueves, 12 de agosto de 2010

Hadas y renacimiento interior



Uno de los conceptos que pueden adquirirse de las hadas es el del renacimiento interior, entendido como un nuevo estado del individuo donde ha aprendido a dejar atrás planteamientos obsoletos e incorrectos, que ha sustituido por una visión más clara, realista y aperturista a través de la integración de la virtud de la flexibilidad y la tolerancia. El individuo se siente renovado, limpio (sin cargas), pleno, agradecido y liberado.

Abrirse a una nueva forma de pensamiento hará posible que la conciencia del individuo se expanda a una nueva visión de la realidad que lo rodea.

El renacimiento interior, consecuencia de una gran transformación personal, es incompatible con la vanidad y la dependencia o la obsesión por los resultados con el fin de disfrutar de los halagos de los demás y así poder alardear de nuestras capacidades ante ellos. Es imposible renacer con defectos que nos anclan en lo superficial del ser. Debemos ser capaces de escarbar, de destapar nuestros tesoros interiores (esos mismos tesoros que constituyen las vitaminas de nuestra dieta emocional), abrirnos a ellos y sentirnos como si naciéramos de nuevo, siendo conscientes de ellos. Son aquellos que nos ennoblecen, que nos aportan, que nos nutren y que nos acercan a la felicidad verdadera, la que no está basada en lo externo porque se asienta de forma natural en el interior del ser.

En el renacimiento interior el individuo no se vincula al éxito, a las expectativas ni a los logros, sino al camino en si mismo, a cada paso que lo conforma, a cada instante que lo integra. Esto hace que se sienta a gusto y en plenitud durante todos los procesos de su vida y que integre los obstáculos como una forma gratificante y desafiante de aprender y de superarse a sí mismo, agradeciendo su presencia como elementos determinantes de una enriquecedora evolución personal. En este punto, la persona ha dejado atrás el orgullo porque sabe que le impide el crecimiento personal y el entendimiento con los demás.

Además, un individuo que ha llegado a este nivel es un individuo sencillo y humilde que sabe que hay que abrirse a experiencias inesperadas y a acontecimientos imprevisibles, en lugar de tratar de controlarlo todo, y que en esto reside la emoción de la vida. La espontaneidad de ciertos hechos de la vida es como un juego para las hadas.

De mi página web: www.mjesusverdu.com

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sábado, 7 de agosto de 2010

La llegada al planeta del hada


Érase una vez un hada que emprendió su vuelo hacia planeta desconocido para ella. De entre las infinitas posibilidades del Universo, algo la había llevado a parar allí y todo porque se distrajo con los destellos cautivadores de una estrella que parecía haberla guiado hasta allí.


En cuanto llegó, la belleza natural de ese planeta la fascinó y sobre todo porque del centro de ese planeta que le parecía verde y azul, se desprendía una gran vibración de amor que la tenía embelesada.


-Sé que aquí he venido a bailar con el amor –se dijo para sí misma el hada.


Así que el hada emprendió el vuelo en el cielo de su nuevo hogar y lo exploró. Le encantó disfrutar del trino de aves que surcaban los cielos, y de la serenidad y la habilidad con que se dejaban llevar en las alturas, en algunos momentos, manteniendo sus alas desplegadas e inmóviles a la merced del viento…

El hada posó sus alas en un paraíso virgen de vegetación exótica y de aguas tan cristalinas que parecía como si las nubes se tambalearan al compás del ritmo caprichoso de la superficie acuática.


Y el hada seguía sintiendo al amor… Lo veía reflejada en cada muestra de perfección de ese nuevo planeta.


-Bueno, no es tan nuevo- le dijo un pájaro de bello plumaje–. Este planeta permanece desde hace tanto tiempo… Se llama La Tierra. En él también habita el género humano… algunos están llenos de amor y se muestran sensibilizados por el medio ambiente que los rodea. Son los que adoran este lugar.

-Supongo que de ellos desprenden esta ola de amor que percibo en el alma ahora… y también la que proviene del centro de La Tierra –confesó el hada.


-Aunque no todo es amor… -dijo el pájaro.

-Bueno, aunque no sea así, valdrá la pena acercarme al mundo interior de los humanos y hacer rebrotar toda la vida auténtica y serena que reposa en ellos, esa misma, que respiro ahora en este mismo lugar, en este paraje de ensoñación, encanto y fantasía –dijo ella.

-La Tierra no es imaginaria, es real y a veces resulta mágico y un tanto misterioso…–afirmó el pájaro.

-Umm… Yo lo encuentro un lugar tan hermoso… La fragancia de las flores y la brisa que corretea entre la vegetación me acompañan en el camino y se filtran en la luz de mi alma. Me siento tan bien aquí, aquí me siento florecer. Y voy a seguir floreciendo en el corazón de los humanos… -dijo para sus adentros el hada, dejándose seducir por la inmediatez y la profundidad del momento presente que emanaba de ese lugar...


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