Mi hada:
Reconozco a tu alrededor una fina capa de energía que me
alcanza. Me siento ligera, por encima del peso de mis emociones
terrenales desde una posición observadora imparcial, sin forma alguna, libre de engaños e ilusiones
mundanas.
Estoy en un estado indiferenciado, indescriptible, desprovista de mí
misma, de mi historia personal, donde todos los conceptos se han
esfumado como por arte de magia. ¿Es este mi vuelo hacia la realidad?
Desde aquí podría desplegar mis alas y elevarme por
encima del dolor del mundo pero ni tan siquiera se plantea esa
necesidad. La dicha que me embarga es tal que la palabra éxtasis o
plenitud no alcanzan a definir este estado sin cuerpo, sin tiempo, por tanto, no puede ser recordado.
Todo es luminoso, fresco. Todo está vibrando en el
ser, elevado a cotas majestuosas, inalcanzables. No veo ni puedo
describir lo que realmente soy, no es perceptible a través de los
sentidos los cuales yo no soy ni tampoco puede ser expresado a través
del lenguaje pues está en todo y más allá. ¿Cómo explicar
algo así: tal cual es, sin nada, sin nada que añadirle o atribuirle? Un estado de atestiguación atemporal, eterno, inafectado, sin cambio tan sólo son palabras que lo señalan...
Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustraciones: PastelTexto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual