El conejo es afortunado de ver y de percibir la nieve fría bajo sus pies.
El conejo sabe que su madre lo protege y cuida de todos sus hijos. Sus hermanos juegan con él y en la madriguera, acumulados, se dan calor unos a otros.
Las flores ofrecen su belleza y su alimento a las mariposas.
La oruga siente el milagro de transformarse en una mariposa emperador. Al despertar, ella se considera una invitada ante la mesa de deliciosos manjares del bosque.
La Tierra nos alimenta y nos ofrece el milagro de la vida.