Bailan las flores,
rodeadas por los rayos del alba
con sabor a amanecer,
y ofrecen su belleza
a la luz del día,
abriendo sus pétalos
y absorbiendo el rocío,
que refresca su breve existencia.
Abrigan las flores,
deseos de reinar en primavera,
sobre el trono de la tierra,y liberar la libertad de sus sueños.
Rinden culto las flores,
a las estaciones,
gobernadas por el paso del tiempo,
ese factor que las hace
florecer. O marchitarse,
pero aún así,
ellas siguen estando latentes
en el espíritu de la tierra,
bajo el manto de los bosques,
aguardando su momento
y germinando con paciencia.