sábado, 19 de septiembre de 2009
Uriel, sigues ahí
Se deslizan mis pensamientos
en los rayos de luz
que emanan de tu ser
y se filtran en el lago interior
que yace en nuestros corazones
al abrigo del alma.
Uriel, me disuelvo en tu calma,
en esa sensación de ligereza
que se aposenta
en cada experiencia,
transformándola
en plena y feliz.
Sopla la brisa
en dirección a la serenidad
que todo lo envuelve
en tu manto de estrellas,
presidido por la noche,
cuya inmensidad me traslada
hacia ese infinito,
que nutre mis sueños
en libertad y en paz
conmigo misma.
Texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual