Del corazón
de un pensamiento noble
nace un hada
en sincronía
con el florecer
de la primavera.
Los pétalos
de su alma
se abren
a la luz del alba
y se esparcen
en la infinitud
del cielo.
La brisa los lleva
hacia las emociones
auténticas y sinceras
y las transforma
en espiritualidad
y manifestación,
cuando las estrellas
cobran vida
y responden a la magia,
formando un círculo
entorno a la corona
de la luna soberana.
Ese hada fluye
con tu respiración
y vive en tus sensaciones
en la plenitud
de tu existencia,
mientras te susurra
todo lo bueno
que hay en ti.