viernes, 9 de octubre de 2009

El cielo de las hadas


Las hadas revolotean entorno a la caída de la noche

y se escapan hacia la luz de las estrellas

y se reflejan en el espejo plateado de la luna

y siguen jugando,

perdidas en el cielo,

hasta que el amanecer las sorprende

y con los rayos rosados del alba,

decoran sus cabellos.


Se recuestan en las nubes

donde se adormecen

y siguen descansando, ahí,

en el regazo del universo,

mientras el sol las arrulla con su calor

y siguen soñando...


Soñando desde el silencio del alma,

ese rincón espiritual,

que se hincha de amor,

cuando nos mecemos en él

y que nos adentra

en la magia y en la paz

de la corriente de sentimientos

que nos traslada a la plenitud interna...


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