sábado, 7 de noviembre de 2009

Sigues ahí, mi hada


Te escapas de mis pensamientos

y te posas en mi cabeza,

contemplando mi mundo

hasta que te percibo

y emprendes el vuelo,

enredándote en mis cabellos.

Sin embargo, tu luz se queda conmigo

y tu magia me descubre momentos fugaces

de plena conexión con la unidad del mundo.


Entonces me siento yo misma,

en sintonía con mi entorno

y en armonía con el ritmo que fluye

sereno y vital.


Me recreo con tu presencia

con alegría e ilusión

pues tus matices sutiles y bellos,

envuelven mi alma

de una sensibilidad

que me fascina y me colma.


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