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Autora ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Ilustración inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Pastel
Poesía de Hadas
-XXXIII-
Tus alas, mi hada, elevan mis palabras
más allá de las fronteras
y las acogen corazones espirituales
mientras duermen plácidamente,
cuando las estrellas saludan a la luna
y la bóveda celeste protege nuestros sueños.
Revoloteas entorno a mis emociones,
y las abrazas con tu magia
para dibujar en ellas destellos de paz
y con ellos te posas en mi alma,
donde acaricias mi luz
y te siento como una bendición.
El sol es testigo de la calidez
que aportas a mi momento presente
y de cómo lo envuelves
con tu amor y esperanza
en el proceso de mis días.
Aguardas a que el cielo se enamore de la noche
y me adentre en el subconsciente
para llevarme al regazo del infinito
donde lo sublime se funde con lo divino
y me siento en unidad contigo.
Te miro a los ojos
y me encuentro a mí misma
en el despertar
de un amanecer
con rayos de eternidad
al abrigo del alba.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
reservados)
-XXXII-
Las hadas revolotean entorno a la caída de
la noche
y se escapan hacia la luz de las estrellas
y se reflejan en el espejo plateado de la
luna
y siguen jugando,
perdidas en el cielo,
hasta que el amanecer las sorprende
y con los rayos rosados del alba,
decoran sus cabellos.
Se recuestan en las nubes
donde se adormecen
y siguen descansando, ahí,
en el regazo del universo,
mientras el sol las arrulla con su calor
y siguen soñando...
Soñando desde el silencio del alma,
ese rincón espiritual,
que se hincha de amor,
cuando nos mecemos en él
y que nos adentra
en la magia y en la paz
de la corriente de sentimientos
que nos traslada a la plenitud interna...
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
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-XXXI-
El manto de la vida
me cubre con amor
con el mismo celo
con que la bóveda celeste
protege a la noche
del acecho del sol.
De ese sol cuyos rayos
se cuelan juguetones
en el océano,
adormecido por el dulce vaivén
de las olas,
que acarician la superficie
y arrastran la luz
hacia las entrañas del mar
donde yace para siempre
en la infinitud del silencio,
seducido
por la belleza
de ese halo luminoso
con que le bendijo el cielo.
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-XXX-
Sigo en esa mirada azul
que me enseña a adentrarme en mí misma y a seguir la estela de pensamientos que me liberan y me desvelan el camino de la paz mental. Es desde esa perspectiva que me abres a la inquietud y a la duda con el fin de reencontrarme al final con el sabor de la libertad. Silencio mi mente y me hallo ante tu imagen envuelta en un halo de belleza tras el cual se esconde el conocimiento que destila tu luz interior. Esa luz que tanto deseo que se manifieste y guíe mis pasos.
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-XXIX-
Me acunas en tus alas de ensueño
y destilas tu halo de luz apacible en la corriente serena del alma, mientras borbotea el agua sobre el rostro de la magia y fluye silenciosa y transparente en el movimiento del presente. Haces volar mis sueños hacia la cúpula del infinito entre sonrisas y alborotos, empapados de ilusión. Enriqueces mi realidad, arropándola con tu amor y vistiéndola de tu ternura, que se posa dulcemente en mis deseos, embelesados con tu fantasía.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
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-XXVIII-
Depositas tu luz en mí
y me envuelves en tu manto de ternura estrellada, rodeada del cielo, mientras me lanzas a los brazos del amor. Me llena el infinito de la bóveda celeste donde tu magia lo impregna todo y siento que besas mis emociones con la dulzura de un sueño.
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-XXVII-
Me abro a la brisa de las emociones
que descansan en la paz de la mente, en la serenidad del momento, en la entrega al ahora que nace del corazón del ser. Me envuelve la luz del alma en el vuelo de la espiritualidad entorno a una corriente apacible de armonía interna. Mis pensamientos anclados en el palpitar de la vida adoptan una percepción que irradia desde lo profundo de mi universo de bienestar interior.
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-XXVI
Me disuelvo en la luz rosada del atardecer
donde se mecen nuestros sueños al abrigo del manto estrellado desde el cual se elevan, cuando oscurece, para cobijarse a la lumbre de las estrellas. Guío la magia hacia los seres nobles, corazones limpios, que nos colman con el amor de sus acciones, aquellos cuyo gozo de la vida muestran en su mirada resplandeciente. Enjugo tus lágrimas y abro el camino de tu sonrisa para que tus esperanzas nunca dejen de brillar y tus deseos se vislumbren en el horizonte de tu mente, depositaria de tus más íntimos secretos, impulsora de la energía donde anida la fuerza de tu espiritualidad, genuina creadora de la realización de tus anhelos. Traslado la calidez de los rayos del sol a las semillas de tus ilusiones, para que crezcan y florezcan en tu corazón, como flores en primavera, y sus pétalos se esparzan con el viento hasta la orilla de tu alma, cuyas puertas embellecen la existencia, cuya calma nos conduce al equilibrio, cuya paz armoniza el fluir del mundo.
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inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
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-XXV-
Con las alas de la libertad
me adentro en la perfección del alma, recostada en lo divino, sublime en cada instante, grandiosa y bella en su esencia. Me libera la luz del ser en la belleza de la existencia, celebrando el momento presente, agradeciendo y conciliándome con todo lo que es.
Me extasío ante esa conciencia
que me envuelve en la fuerza del amor y me baña en su plenitud con tanta dulzura que mi corazón apacigua sus emociones en el cobijo de la paz. La magia de la vida me arropa y me susurra palabras y pensamientos que abren las puertas a mis sueños a mi realidad ahora.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
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Esta poesía también en el Grupo Polvo de
Hadas... Hermandad de las Hadas de la Comunidad Internacional Reiki Dragón Rojo:
-XXIIII-
Es como si la vida
me estuviera dando un cálido y afectuoso beso, como si me estuviera abriendo de par en par las puertas de su corazón, abrigándome con su amor. Y todo porque encontré un corazón noble y joven, que supo juzgarme con sabiduría, serenidad, compasión, justicia y comprensión, algo en lo que no somos muy doctos los humanos. Es como si ese corazón hubiera captado el vuelo tímido de mis antiguos sueños, abandonados a su suerte en el velo del olvido y condenados a convertirse
en polvo de estrellas,
tan escondidos, que ya habían dejado de existir. Pero una estrella poderosa y bondadosa los reconoció y decidió reavivarlos con su luz benevolente, y por eso ahora renacen en el sol de mi horizonte. A veces pienso, ¿me he topado con el corazón y la luz de un hada? Un corazón que ha provocado que el mío estalle de agradecimiento… Allá donde estés, gracias por tu magia.
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-XXIII-
Bailo con mi alma
al compás del corazón en el vaivén de pensamientos que me elevan a lo sublime del momento. Me abro a la perfección que despliega el cambio con el latido de la ilusión y la satisfacción del deseo cumplido. Siento la presencia de los seres de luz que recuestan su magia en mis emociones y por eso descansan serenas en la calma del ser interior.
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-XXII-
Emerge la belleza de tu mirada azul de ángel desde las profundidades de la paz del alma y de esas palabras que endulzan el corazón. El brillo de tu luz destila serenidad en un cauce permanente de espiritualidad y de calma. Ese mar de olas transparentes se eleva hasta el cielo y se confunde con las nubes hasta tocar el techo del mundo y conformar la unidad que yo siento contigo ahora.
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-XXI-
Se deslizan mis pensamientos
en los rayos de luz que emanan de tu ser y se filtran en el lago interior que yace en nuestros corazones al abrigo del alma. Uriel, me disuelvo en tu calma, en esa sensación de ligereza que se aposenta en cada experiencia, transformándola en plena y feliz. Sopla la brisa en dirección a la serenidad que todo lo envuelve en tu manto de estrellas, presidido por la noche, cuya inmensidad me traslada hacia ese infinito, que nutre mis sueños en libertad y en paz conmigo misma.
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-XX-
Uriel, me acurruco en tu luz,
mientras me envuelves en tu manto angélico, entre pliegues de amor y de paz, cuando las estrellas se apagan y los primeros rayos del alba empiezan a filtrarse en mis sueños. Cierro los ojos y me aletargo al compás de la serenidad y el flujo bendito de tu divinidad, que me hace sentir en completa armonía, cuando visualizo tu imagen y me duermo con ella.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el
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-XIX-
Siento cómo esa paz interna
se posa plácida y serena en mis pensamientos que cobran alas de libertad y de expansión infinita. Me recreo en cada sentimiento bañado por emociones que se asientan en la plenitud del silencio, cuando el alma se abre ante la vida y se manifiesta desplegando su luz. Uriel, miro con ilusión ese camino de destellos irisados que recorremos juntos, siguiendo a las estrellas y a luna, que platea el cielo de la noche, cuando nuestros sueños siguen durmiendo y tú velas por ellos.
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-XVIII-
Revoloteas en mi corazón,
entorno a mis emociones, bañadas de tu luz de ilusión, mientras permaneces espectadora de mis pensamientos inquietos. Me muestras mi alma y me reflejo en su espejo donde me veo en plenitud. Desde el silencio contemplo mi espectáculo interior, cuando tus alas se despliegan y una sensación placentera nutre cada latido y abro los ojos y te siento presente...
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-XVII-
Los ángeles me arropan
y filtran su luz en mis emociones y las siento ligeras, completamente en paz. Los ángeles acarician mis pensamientos con tanto amor, que mi alma tiembla de emoción.
Los ángeles extienden sus alas
en un movimiento de equilibrio y de seguridad, que se deposita suavemente en cada experiencia del día cuyas puertas permanecen abiertas para siempre a los seres de luz.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el
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-XVI-
Provengo de un
reino azul
donde el mar se
zambulle en el cielo
y los veleros
surcan las olas
cuya estela de
espuma nos guía
en un camino de
cometas y de estrellas.
Los árboles
susurran murmullos de besos
arropados de
dicha y de ternura,
mientras los pájaros
se posan en el amor de los corazones,
resueltos a
engalanar el mundo de nuestras emociones,
a la vera de
pensamientos nobles
que se deslizan
en el manantial de nuestra alma,
rumbo hacia la
profundidad
de nuestros más
sinceros sentimientos,
corriendo en
dirección
a lo mejor de
nosotros mismos.
Mi reino rebosa
de belleza y de perfección interior
pues se arropa
bajo divino y lo sublime del Universo,
desde esa
percepción
que sólo puede
apreciarse con la intuición, el vínculo y el valor
que concedemos a
la esencia de las cosas,
ese aspecto que
nos lleva a sentir la autenticidad
de todo lo que
nos rodea
y que vivimos
como el mejor de los regalos
desde una
actitud de compromiso y de respeto
por la magia, la
luz y la integridad de nuestro entorno,
tan ligero que
las nubes se descuelgan
para reposar en
el valle de nuestras ilusiones
y arremolinarse
en la imaginación de nuestros mejores sueños.
Autora: María
Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el Registro de la Propiedad
Intelectual (Todos los derechos reservados)
-XV-
Me envuelve la ligereza de las
alas de la autenticidad
que me arropan con la suavidad de esas palabras y embelesan cada sensación en un canto a la ternura. Sigo el revoloteo de esas alas de luz al compás de pensamientos serenos y centelleantes que me trasladan al corazón de las estrellas. Halos de magia despejan los horizontes mientras la marea de los océanos se eleva en mi mente y la llena de placenteras corrientes de paz. Ese es el mar que cubre mis pasos que dejan tras de sí huellas de felicidad y de plenitud...
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
reservados)
-XIV-
Uriel, gracias por adentrarte en mis sueños
y por aliviar con tu luz sanadora mis noches, llenas de estrellas palpitantes, que impulsan con su latido silente y rítmico la dirección de mis deseos. Me siento recostada en tu regazo de paz divina, alumbrada por los rayos de tu corazón, bendecida por cada momento en que te percibo aquí. Me emocionas con bellos mensajes, teñidos de sensibilidad infinita, bañados de ternura, cuando despliegas tus alas y me rodeas con ellas, como un manto de protección que envuelve cada instante con tu mágica presencia.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
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-XIII-
Uriel, me llevas adentro en mis pensamientos,
deseosos de tu caricia serena,
recostada en un remanso de espiritualidad,
que me abre a la paz del alma.
Siento tu luz clara y cristalina
como el borboteo del agua
que vivifica mis emociones
y las impulsa hacia la expansión interior.
Ahondo en el silencio del corazón
y encuentro ese espacio
que tanto me llena
y que me aboca de forma natural
a la serenidad de la conciencia
ante cuya belleza sucumben mis sentidos.
Eres ese lago que acoge mis deseos
y los torna plácidos, sosegados, quietos
como ese sol
cuyos rayos dan calidez a mis sueños
y recorren junto a ellos un camino
trazado desde la mirada de la felicidad
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
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-XII-
Sigues deslizándote en mis pensamientos
y los adentras en el corazón del universo donde me seduce esa infinitud que destila paz y espiritualidad. Uriel, eres ese ángel guía que se halla ante mi alma y la ve con ojos de ternura para colmarla de serenidad y de dicha. Hilvanas mis sentimientos con esa luz amorosa como el calor que sienten las estrellas cuando se posan en el regazo de la luna. Captas la belleza de cada sensación y la trasladas a mis emociones ahora quietas, en el remanso de un mar calmado, que despliega un camino de olas protegido con tus huellas.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
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-XI-
Reparto mi amor
de mi corazón
hasta tu pecho,
donde germina en una semilla de luz.
Elevo mis alas
y revoloteo alrededor
de la onda de cariño
que genera tu ser interior,
el cual recojo, alborotada.
Me elevo hacia las nubes
donde deposito la dulzura que desprendes
y que se esparce en cada gota de lluvia
que bendice al planeta.
Amanece el nuevo día,
embebido de nueva vida,
y los rayos del sol alumbran la simiente,
que el vestido de agua
ha derramado sobre el vientre del planeta
y que crecerá en nuestros sueños,
arropados en el manto del cielo
por la magia de las hadas.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
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-X-
Me mece la vida
en una caricia de plenitud en la cuna de la ensoñación. La ternura del momento presente me atrapa en su paz,
mientras me dejo caer lentamente
en la belleza del sueño que cautiva a mis días. Sigo agradeciendo cada minuto, embriagado por tu magia, lleno de tu luz fruto de la serenidad, de la fe y de la ilusión que me contagias. Me entrego al ahora en un fluir natural que me embelesa el alma y me sume en un estado de felicidad en el despertar a una realidad arropada por el destello de amor de tu corazón.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
reservados)
-IX-
Me disuelvo en tu tibia luz,
tenue como la que se escapa de la pradera,
cuando oscurece
y me expando al exterior
por cada uno de los poros de tu piel.
Me entremezclo con los rayos del sol del
atardecer,
que abrazan los campos de azahar,
y luego me poso en la flor del naranjo,
que me envuelve en su aroma embriagador.
Es tan blanca que parece
que desprenda pureza
y me elevo con ella hacia el cielo
donde me confundo con las nubes
y la paz de los ángeles,
mientras cierro los ojos
y las estrellas iluminan mis sueños
y bajan a reposar en mi almohada.
Me adentro en la serenidad del lago,
me nutro de la energía
que emana de la cascada,
me impregno del equilibrio del bosque.
Sopla la brisa
entre las ramas de los árboles
y corro hipnotizada tras su suave susurro...
hasta que el borboteo del agua
me hace llegar en sí al amanecer
y bebo del rocío de la mañana.
Me armonizo en el momento presente de la
naturaleza,
cada vez que sigo el fluir del río,
cada vez que el viento juego con las hojas
secas en otoño,
cada vez que la vida renace tras la lluvia,
cada vez que veo el mundo al trasluz
desde mi corazón de hada.
A veces, siento el llanto interno de las
personas,
esos sollozos callados en medio del
silencio,
que ahondan fuertemente en mí
y vuelo hacia su ser interior
y lo mezo en mi regazo
y lo lleno de mis mimos y mi magia
en la soledad de su alma.
Silbo a las montañas tu nombre
y la fuerza del eco
me lleva hasta tí
y noto el curso de tus latidos tan
alborotados
que romperían las olas del mar.
Es el grito el dolor,
aquel que surca sin compasión
cicatrices eternas
en lo más profundo de la conciencia humana.
Te consuelo con una canción
cuya melodía acalla tu tristeza
con lágrimas que se deshacen en el más
íntimo de mis pensamientos,
pues siento tu desconsuelo
como si yo habitara en tí.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto
inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos
reservados)
-VIII-
Me abro a las emociones noblesque han sido incubadas con el calor del alma, en la intimidad del ser, aquellas que en el despertar de la mañana se funden con la luz de los ángeles, aquellas que me envuelven en su dulce sentir, como una caricia que me transmite la belleza de cada día y lo entrañable y lo emotivo, aliento de mi bienestar interior. Me complace el silencio de los sentimientos serenos, aquellos que se aletargan en el regazo de la noche, donde duermen los sueños con el infinito como vigía. Adoro este momento donde el transcurso de la vida se torna mágico y la realidad es un gozo. Una cascada de plenitud invade mi corazón, arropado por un círculo de amor cuyo esplendor se despliega en la felicidad del ahora. Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos reservados)
-VII-
Fluyo en el agua, cuya corriente acuna lentamente tus pensamientos, a la luz de las estrellas y la luna, mientras tus sueños transcurren al abrigo de la serenidad de la noche con la magia que habita en el reino de tu imaginación más profunda. Provengo de un valle donde confluyen el cielo y la tierra, donde puedo tocar las nubes con el corazón, donde la mirada de los inocentes se llena de lágrimas de alegría al rendirse a tanta belleza, la misma que han logrado construir con sus ilusiones y buenos propósitos. Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos reservados) -VI- Puedo sentir la calidez de las estrellas, mezclarme con la inocencia de la sonrisa de un niño, ver reflejada en el agua la ilusión de tu corazón. Puedo volar hacia tus sueños, sumergirme en tus deseos y alzar el vuelo hacia tu alma. Puedo estremecerme con el frescor del aire y fundirme con la sabiduría de los ciclos de la naturaleza. Puedo amar cada forma de vida, cada latido que emana de La Tierra, pero sólo me acerco a aquellos cuya luz irradia destellos de bondad y de inocencia, a aquellos que adoran este planeta tanto como yo Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos reservados) -V- Me soplas tu aliento de paz, adentrándote en mi alma, cuando el alba embellece el horizonte y se despide de las estrellas, que ahora apagadas, duermen arropadas por el manto de la bóveda celeste en un silencio eterno y conmovedor. La libertad de tus alas me guía hacia la calidez del corazón avivada por la sonrisa de las emociones y la espiritualidad de cada destello que irradias en cada uno de mis pensamientos. Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos reservados) -IV- Siento como penetran los rayos de sol en mi ser, como éste se torna ligero y en ese instante rozo la felicidad y la plenitud. Vuelo con el viento y me poso en tus pensamientos donde nace el camino de la luz de tus sueños, que se ilumina con la ilusión de tus proyectos, el esfuerzo que imprimes en tus objetivos y el valor que otorgas a cada paso que das. Siento como se aposenta el amor en tu alma, de forma sosegada y estable, cuando la luna se oculta y el alba se rinde al nuevo día en que se muestra el camino de la luz de tus sueños desde la magia y la sonrisa del corazón de un hada. Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual (Todos los derechos reservados) -III- Un hada posa una estrella sobre mí que derrama dulcemente su estela de paz y abre las puertas de mi alma de tal modo que me embebo de felicidad por el simple hecho de sentir el entusiasmo de reavivar mi propia luz en el fluir de mi existencia, de percibir mi ser interno, vital y pleno, como una rosa abrazada por el rocío y besada por el frescor de la mañana, que se abre al nuevo día que la acoge en el silencio de la magia y la fantasía del mundo que la recibe.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el
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-II-
Un ángel entregó su luz al corazón de un hada
y el resultado fue una estrella
cuya fuerza lumínica
era tan intensa que podía endulzar los sentimientos humanos. Ella supo que era un hada, cuando una flor nació en su corazón y su profundo aroma impregnó su ser eternamente. Aquellos que lo perciben, les cautiva de tal modo
que la fragancia envuelve sus corazones para siempre,
como un beso de luz eterno.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el
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-I-
Te escapas de mis pensamientos
y te posas en mi cabeza,
contemplando mi mundo
hasta que te percibo
y emprendes el vuelo,
enredándote en mis cabellos.
Sin embargo, tu luz se queda conmigo
y tu magia me descubre momentos fugaces
de plena conexión con la unidad del
mundo.
Entonces me siento yo misma,
en sintonía con mi entorno
y en armonía con el ritmo que fluye
sereno y vital.
Me recreo con tu
presencia
con alegría e ilusión
pues tus matices sutiles y bellos,
envuelven mi alma
de una sensibilidad
que me fascina y me colma.
Autora: María Jesús Verdú Sacases (texto inscrito en el
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