lunes, 16 de marzo de 2020

Con los seres mágicos hasta hoy

Hoy las hadas asoman su rostro aniñado con una sonrisa. Su expresión emana pureza, ternura, inocencia y me lleva de regreso a mi infancia, a esos tiempos de despreocupación, de espontaneidad y de alegria. Percibo la luz de las hadas en el corazón, una calidez que me resulta familiar y entrañable, me reconforta. 
 

La ligereza de las nubes, la frescura del rocío al alba y los primeros rayos sol de la mañana me hacen sentir niña, cuando caminaba libre por los prados. Me veo de regreso a la casa de mi infancia, la cabaña de las montañas de mis abuelos. La belleza y el amor se posaban en cada rincón. Este recuerdo forma parte de mí y me da fuerzas para seguir en momentos de desaliento e incertidumbre. Pero las hadas, los gnomos y los elfos, a pesar del paso de los años, siguen junto a mí. Les doy las gracias por ello.

Autora texto e ilustración: M.J. Verdú Sacases
Técnica ilustración: Pastel
Licencia de Creative Commons