su magia, su luz
me invaden.
Escucho el canto de los pájaros al atardecer.
Este hermoso sonido debería de ser sagrado.
Suena como una canción divina.
El tiempo se detiene.
sin palabras, sin juicios.
Existencia pura.
Me entrego a lo esencial.
Me siento en paz,
en armonía con la naturaleza.
El cielo se embellece
con los colores del atardecer.
El día se vay la noche reclama su lugar.
Me duermo
y sigo jugando con las hadas
en mis sueños.
Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases
Técnica ilustraciones: Pastel