Ángeles y hadas dejan caer
luces de amor y paz
desde el balcón del Universo,
como si fueran guirnaldas
que decoran e iluminan el mundo.
Transmiten una sensación de dicha
que vibra y me recorre el alma,
directa al corazón.
Bendicen a todos aquellos
que reciben esta energía
divina, hadada.
Las hadas observan
con sus risas y dulzura
los sueños de niños
y de adultos de buen corazón.
Les envían su magia,
cuando despiertan
para que sus mejores sueños
cobren vida
y tomen forma en el presente.
Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases
Técnica ilustraciones: Pastel