Hada,
Me encandilas con tu baile en el cielo, junto a las
estrellas, mientras le cuentas a la luna algunos de tus secretos. Me
llevas de la mano para que siga cada uno de tus pasos mágicos y abres la
puerta del reino de las hadas. La cruzo embobada
por la belleza que allí asoma. Noto un aroma familiar, algo conectado a
mí que no sabria definir, pero que tiene sabor de hogar. Hacía tanto
que no recordaba aquello...
Las flores abren sus pétalos y me invitan a
adentrarme en este lugar encantado al que me
ha guiado el corazón. Hada, desapareces con un aleteo tan rápido que
casi resulta imperceptible pero aquí no me siento sola. Incluso el aire
me acompaña. Una suave brisa sopla, cálida y amistosa, y simplemente
sigo su dirección.
Aquí me siento tan ligera como
las nubes, es como si pudiera volar... Camino despacio y, como si una
fuerza me condujera, siento que me queda poco camino que recorrer. Llego
a un bosque cuyos habitantes no se comunican con palabras sinó con la
vibración del alma. Los colores del entorno son vivos
y se mueven sin parar, corriendo divertidos, formando tonos multicolor
irisados. Parece como si todo fuera bendecido por una enorme sonrisa que
se refleja en todo lo que contemplo con admiración y asombro. Siento
que formo parte de todo eso y lo agradezco
en silencio.
Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustraciones: Pastel
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual