Mi ángel de la guarda:
Te agradezco de corazón el milagro que has creado para mí hoy.
Gracias por llenarme de dicha, de sorpresa y de alegría infinita y por seguir tocando en mi vida la melodía de tu luz angelical.
Gracias por protegerme y rodearme de tu halo apacible y acariciarme el alma.
Gracias por cumplir con tu labor a mi lado e irradiar tanto amor incondicional en cada segundo de mi existencia y a cada paso que doy.
Gracias por proteger mi hogar y llenarme de tanta felicidad y de paz.
Gracias por demostrarme que estás aquí.