Tu halo luminoso me eleva
al trono de mis sentimientos,
soberana de mis emociones,
reina de mis pensamientos
en calma.
Me mezo suavemente
en una cuna de energía
entre el cielo y la tierra,
en el regazo del cielo infinito
a la deriva de la paz
de mi mente.
La luz de las estrellas
alumbra mis ideas
y en cada paso,
encuentro tus huellas,
mi ángel.
Te vislumbro tras las nubes
y haces sonreír a mi alma.