jueves, 20 de marzo de 2008

La felicidad


La felicidad debe ser acogida como una referencia interna que no debería medrarse o aumentarse por factores externos ligados al resultado, sino al proceso en sí mismo pues la única vinculación con los resultados nos esclaviza. De este modo, integramos la felicidad como un estado natural del ser (tal y como plantea Jorge Bucay en El camino de la felicidad), que ni tan siquiera está condicionado por la presencia o ausencia de obstáculos ya que una vida totalmente solucionada no plantea ningún reto personal. Sin embargo, solemos vivir la felicidad momentáneamente en función de las circunstancias y eso nos hace ser esclavos del exterior.
Los obstáculos en la vida nos ofrecen la oportunidad, si sabemos manejarlos o superarlos, de ampliar nuestra perspectiva y capacitarnos para un nivel superior de entendimiento. Abrirse a la enseñanza que nos transmite cada obstáculo depende de altas dosis de paciencia, tolerancia, flexibilidad, fortaleza interior, fe y del hecho de ser racional para saber distanciarse por unos momentos del obstáculo que vemos como un peligro o como algo negativo con el objetivo de analizar la situación de forma objetiva. Esto nos distancia o protege del sufrimiento.

Respecto a la felicidad tendremos en cuenta que:

√ Cuando aprendes a no tomarte las cosas personalmente, ves a las personas realmente como son (harían lo mismo contigo que con otro).
√ No debemos ilusionarnos falsamente en algo ya que la idealización nos lleva a ideas totalmente ilusorias, que no concuerdan con la realidad.
√ Hay que tener claro que las cosas no son siempre como nosotros queremos. Por tanto, no tiene sentido aferrarse a algo, pues todo es transitorio. Cuánto más queramos tener el control, más nos preocuparemos. El desapego nos enseña a vivir y dejar vivir.
La libertad, el amor, la paz y la ilusión por la vida nos acercarán a la felicidad.

¿Cuál es vuestro secreto para la felicidad?